Saturday, November 19, 2011


Arte Gótico
Origen y Formación
Los elementos esenciales que caracterizan el estilo gótico ya existían con anterioridad al nacimiento de este estilo arquitectónico, toda vez que se hallan dispersos en edificios de edades anteriores. El arco apuntado fue conocido por los egipcios, asirios, indios y persas de la dinastía sasánida, aunque su uso no era muy corriente. La arquitectura islámica también lo conoció e hizo un uso amplio de él, su ejemplo conocido más antiguo se encuentra en la Cúpula de la Roca, en Jerusalén, construido entre los años 687 y 691, otros ejemplos de gran calidad y belleza de su uso son las mezquitas de Samarra en Irak y la mezquita de Amr en Egipto, cuyas construcciones se realizaron a mediados del siglo IX. La bóveda de crucería, fue empleada en construcciones árabes de Córdoba del siglo IX y en algunas mozárabes del siglo X y aun virtualmente en las bóvedas romanas desde el primer siglo del Imperio cuando entraban en ellas arcos diagonales embebidos en las mismas. Los arbotantes se encuentran originariamente y de forma rudimentaria en las bóvedas de cuarto de cañón cuando sirven de contrarresto. El principio y distinción de elementos activos y pasivos que caracteriza la arquitectura ojival se extendió y aplicó por los antiguos asirios. Parece claro que pudo existir una transmisión de estos elementos a través de las visitas realizadas por los cruzados a Jerusalén y a través del norte de África para llegar a España y de ahí al resto de Europa. Fue sin embargo la nueva relación entre todos estos elementos la que dio como resultado un nuevo tipo de edificio con unas proporciones diferentes, mucho más esbelto que los edificios románicos y con mayor luminosidad, en el que los muros pueden casi llegar a desaparecer.
Características Generales:
Plantas: La planta de las grandes iglesias góticas responde a dos tipos principales: las románicas y las de salón
Arco Ojival: uno de los elementos técnicos más característicos de la arquitectura gótica, y vino a suceder al arco de medio punto, propio del estilo románico. El arco ojival, a diferencia del arco de medio punto, es más esbelto y ligero por transmitir menores tensiones laterales, permitiendo adoptar formas más flexibles, resulta más eficaz, pues gracias a su verticalidad las presiones laterales son menores que en el arco de medio punto.
Bóveda de Crucería: conformada por arcos apuntados, a modo de esqueleto, es más ligera que cualquier otro tipo de bóveda construida hasta esa fecha. La utilización de ese tipo de arco formando un esqueleto tridimensional unitario refleja el alto conocimiento técnico que alcanzaron los constructores de catedrales.

Contrafuertes y Arbotantes: Para soportar el empuje del peso de las bóvedas, en vez de construir gruesos muros como se realizaba en el románico, en el que los contrafuertes adoptaban la forma de pilares adosados exteriormente al muro, con un ancho creciente en su base; los arquitectos góticos idearon un sistema más eficiente: los contrafuertes con arbotantes. Los contrafuertes se separan de la pared, recayendo el empuje sobre ellos por medio de un arco de transmisión denominado arco arbotante. Todavía se puede alcanzar una mayor resistencia colocando a continuación un segundo contrafuerte. Los arbotantes también cumplen la misión de albergar los canales por donde descienden las aguas de los tejados y evitar así que resbalen por las fachadas.

Capiteles: El capitel gótico va perdiendo su importancia según adelanta la época del estilo. Después del periodo de transición en el que se sigue el capitel románico se presenta como un tambor algo cónico abrazado con follaje cuyos motivos se toman de la flora del país (aunque, a veces, sobre todo durante el siglo XIV admite figurillas e historias entre el follaje siempre con más pulcritud que en el estilo románico) y se corona por un ábaco circular o poligonal de varias molduras. Posteriormente, el capitel se va haciendo más pequeño y delicado y por fin, llega hasta suprimirse cuando en el siglo XV el haz de junquillos se ramifica directamente en los nervios de la bóveda sin que medie solución de continuidad en muchos casos o se queda en forma de simple anillo.
Planta y Corte:

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